Portugal. En auto resulta un paseo porque estamos tan cerca que en poco más de una hora ya estás del otro lado de la frontera falando português y escuchando fado, la música típica portuguesa. Como no teníamos mucho tiempo para estar allí, porque teníamos la meta de recorrer casi toda Andalucía, optamos por quedarnos en el sur, en la región del Algarve. Paramos en el camping Pedras d’el Rei que está situado en pleno Parque Natural da Ria Formosa a 2 kms de una aldea de pescadores llamada Santa Luzia y a 5 Km de la ciudad de Tavira. Allí encontramos un lugar que tenía lo que buscábamos, nuestra prioridad, un poco de limpias playas de arena blanca y tibias aguas cristalinas. Lo conseguimos casi casi todo, faltó a la cita la tibieza del agua, que quemaba, pero de frío. No se imaginan lo que costaba meterse dentro de esas aguas tan bellas y cristalinas. Pero lo logramos, a costa de un cuerpo totalmente entumecido y agarrotado por el frío. Estuvimos un par de días, disfrutando del sol que hacía días no se veía en Sevilla por motivos de la lluvia. El mismo sol que mis suegros no veían desde hacía meses en el norte de Europa. Era una fiesta tanto sol. Para ellos, andar livianos de ropa era algo poco probable en esta época del año en Gotemburgo.
Portugal. Playas limpias y agua cristalina y muy fría.
La playa, como ya dije era fantástica. Quedaba un poco lejos del camping pero la distancia era salvada por un pequeño y desfasado trencito que llevaba y traía turistas cada 15 minutos. Por la noche refrescaba, lo que no fue impedimento para recorrer la ciudad de Tavira, muy linda por cierto, que está atravesada por el río Gilao (Yo estoy convencido de que una ciudad tiene un encanto especial cuando un río pasa por el medio, sirvan de ejemplo, Sevilla, Gotemburgo, Estocolmo, Viena, Budapest, Praga). Los puentes, las construcciones del siglo XVIII y las muchísimas iglesias que aparecen y desaparecen por las calles y callejuelas de adoquines, le dan un toque especial a esta ciudad portuguesa. Sin dudas, la playa ayudó a combatir el estrés y para darnos fuerzas para comenzar el periplo por Andalucía.
Antes de cruzar a España paramos en Villa Real, el “Chuy” portugués de los españoles. Separados por el río Guadiana, los pobladores de ambos países se mezclan en las pequeñas tiendas forradas y abarrotadas de toallas, manteles, mantas, sábanas, repasadores y un largo etcétera textil. Los precios, como no podía ser de otra manera, son más baratos que del otro lado del Guadiana. Los turistas textiles pululan por las calles y hacen escala en todas las tiendas y tenduchas buscando la mejor oferta o el mejor regateo posible.
Ahora podemos presumir de que tenemos unas súper toallas portuguesas, que secan y todo, fantásticas.
Más Guadalquivir. El puente de Triana es uno de los monumentos más típicos y emblemáticos de Sevilla.
Paseo por el Parque María Luisa y la Plaza de América.
La Plaza de América es conocida también como "plaza de las palomas". Arriba, el museo Arqueológico y el museo de costumbres populares que dan más encanto al lugar. Me gusta este lugar.
Plaza de España. Fue el pabellón del anfitrión en la Exposición Iberoamericana de 1929.
La puerta de Córdoba, Carmona.
Callejuelas floridas de Córdoba
A unos 200 metros de la Mezquita acababan de inaugurar la reconstrucción del puente romano que cruza el río Guadalquivir, aunque de romano sólo le queda la idea. Lo más sorprendente fue, y lamentablemente es, la trágica realidad que nos muestra el irremediable cambio climático, más concreto, la sequía que sufre esta parte de España. El río Guadalquivir, uno de los más importantes de España, literalmente no pasaba por debajo del puente, un triste y marrón hilo de agua era capaz de pasar al otro lado. Es preocupante (tres semanas después de la concepción de estas líneas, las fuertes lluvias que azotaron España han vuelto a darle vida a esta parte seca del Guadalquivir).
Saliendo de la ciudad, sobre la falda de una montaña está Medina Azahra, mejor dicho, los restos de un impresionante palacio califal, no en vano le llamaban el “Versalles de Córdoba”. Construida en el siglo X, el palacio del Califa tenía una vista envidiable de la ciudad.
Córdoba es otra ciudad para perderse en sus estrechas callecitas adoquinadas, mágicas por momentos, que te transportan a los países árabes de las mil y una noches. Visita recomendable 100 x 100.
Puente romano deshidratado y Medina Azhara
La ciudad es muy bonita, pero las playa que recorren la costa de la provincia son sublimes. Siempre que me preguntan por alguna playa, siempre recomiendo las playas de Cádiz, cualquiera. Son las mejores, junto con algunas de Huelva, que me hacen acordar mucho a las de Rocha (Ahh)
El "malecón" gaditano, el anfiteatro romano y sus ilustres visitantes.
La ciudad de Cádiz se divide en dos. La moderna y la ciudad vieja, la “tacita de plata”, con calles laberínticas llenas de historia. Cádiz es famosa por su carnaval, el cual tiene mucha similitud con el nuestro, por los notorios lazos históricos que los une. Con relación a esos lazos comunes que nos unen a los uruguayos con los gaditanos he leído recientemente que la ciudad de Cádiz y la ciudad de Montevideo se han hermanado. El 28 de marzo se declaró oficialmente el Hermanamiento en el Museo del Carnaval de Montevideo. Según la alcaldesa de Cádiz, el hermanamiento está justificado porque “se ha comprobado durante décadas como el carácter marítimo, la vinculación con el comercio, las tradiciones y fiestas de Cádiz y Montevideo eran dos caras de una misma moneda”. Nos alegramos porque esto hará que los relaciones sean aún más fuertes entre ambos países. El año pasado me tocó exponer en clase un trabajo sobre los vínculos culturales entre el carnaval uruguayo y el de Cádiz. Resulta que la comparsa ganadora del carnaval gaditano fue Araka la Kana, una especie de fusión muy interesante de ritmos y estilos con nuestra Araca.
La bahía de Cádiz. Dan ganas de quedarse ahí.
Al final, si nuestro propósito era descansar, no sé si lo conseguimos, seguro que no, porque la paliza fue bastante grande. Los visitantes se fueron con otro colorcito en la piel para enfrentar al poco soleado invierno sueco. Por cierto, al llegar a Suecia los esperaba una blanca y gélida tormenta de nieve para que rápidamente vovieran a la realidad.
1 comentario:
Hola Alejandro me alegra que te gustara mi ciudad (CADIZ), ahi te mando un enlace de mi blog por si quieres saber algo mas de ella.
Gracias un saludo:
http://www.tomalvi.blogspot.com
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