Las Santas Lucias se visten con largas túnicas blancas con una cinta roja atada en la cintura y una corona que sostiene velas encendidas. Completan la escenografía los “niños estrellas”, unos chicos con sombreros altos decorados con estrellas, llamados stjärngossar, los niños disfrazados de pepparkakor (Galletitas de jengibre) y los tomtar (gnomos de la mitología nórdica). Las niñas, si no son elegidas “Lucía”, prefieren ir de “damas de honor”, ataviadas con túnicas blancas y llevan una vela en la mano. Todos juntos forman un coro que canta canciones populares navideñas. Algunos coros recorren hospitales y lugares de trabajo.
Celebración de Santa Lucía en la escuela de Valentina. Ella es una de las damas de honor y Mati y Santi, colados de honor en la fiesta, son los duendes más chiquitos.
En el día de Santa Lucía se come especialmente los lussekatter o bizcochos condimentados con azafrán y pasas de uvas, muy ricos por cierto. También ese día y todos los días de diciembre y enero hasta agotar stock, se devoran las pepparkakor o galletas de jengibre.
Las pepparkakor son una de las más viejas galletas tradicionales. Ya se conocían en el 1300 pero recién en el 1700 recibieron ese nombre. Las propiedades de las especias hicieron creer que las pepparkakor tenían propiedades medicinales.
Hay un dicho popular que dice que si comés de estas galletas te volvés bueno. Y pensar que existe gente que no le alcanzaría la vida para comer tantas. Es tradición que los niños hagan de estas galletas en la escuela en compañía de sus padres.
Este fue el primer año que le tocó a Valentina hacer pepparkakor en la guardería.
3 dl de azúcar
2 dl de melaza
3 dl de leche
1 cuch de canela
1 cuch de jengibre
1 cuch de clavo de olor
1 cuch de bicarbonato
1,5 l y un poco mas de harina
Almendras y pasas (opcional)
Se calienta la manteca, azúcar, melaza y especias revolviéndolo hasta que la mezcla este muy ligera, Se vierte la lecha poco a poco y se deja enfriar. Se aniade la harina mezclada con el bicarbonato. La masa debe estar bastante firme. Se deja descansar en lugar fresco por lo menor un día. Se extienden porciones de la masa con un rodillo formando una lamina de unos 3 mm de espesor, sobre una mesa con un poco de harina, la masa restante se debe mantener en un lugar fresco porque sino pierde parte de su consistencia. Se recortan formas con un molde, por ejemplo un vaso. Se colocan una pasa o una almendra en cada oblea. A la masa que sobra se le vuelve a dar la forma de lámina para seguir recortando. Se van colocando sobre la bandeja del horno, que se puede untar con un poco de manteca la primera vez. El horno a 175 grados C. Se hacen muy rápidamente, 15 min. aproximadamente.
Mucha suerte.
Ingredientes
13 a 14 dl de harina
1 cajita de azafrán
½ cdita de sal
½ dl de miel
1 huevo
225 grs de manteca
50 gr de levadura
5 dl de leche
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