La Universidad de Ames, la Iowa State University (ISU) es una de las dos universidades del estado de Iowa. La universidad cuenta con un campus enorme donde se concentran todas las facultades, principalmente aquellas que tienen relación con la agricultura y la ganadería. En Agronomía estudian y trabajan Lucía y Valentín. La mayor parte de la población de Ames (53.000 hab.) tiene alguna relación con la universidad, ya sea porque son estudiantes, profesores, funcionarios, etc.
El equipo de fútbol americano de la universidad son los Cyclones. Un cardenal musculoso es el símbolo de la universidad y del equipo. El nombre se debe a la cantidad de ciclones y principalmente tornados que soplan por esta zona. Sin ir más lejos, el segundo día de estar acá en Ames, el miércoles, empezó a sonar la alarma que previene a los habitantes de que un tornado se acerca. Ante nuestro desconcierto los dueños de casa nos informaron de que todos los primeros miércoles de cada mes comprueban el buen funcionamiento de las alarmas. En el caso de que un tornado se aproxime, hay dispuesto un sótano para refugiarse. Según la experiencia de los lugareños, el sótano es el único lugar que con suerte puede salvarse de la fuerza destructora de un tornado.
De paseo por el inmenso parque donde está ubicado el campus, recorrimos bajo un calor húmedo, por momentos agobiante, las distintas facultades y los edificios emblemáticos. Por suerte el camino siempre está protegido por árboles frondosos que sirven para paliar el calor.
En el medio del campus hay una torre con un reloj que suena cada 15 minutos. Atrás, está el memorial donde se recuerda a los estudiantes de la universidad que han muerto en las distintas guerras que ha librado EEUU. En las paredes se pueden leer cientos de nombres de fallecidos en la Primera y en la Segunda Guerra Mundial, además se ven las fotos de los dos jóvenes estudiantes muertos recientemente en Irak.
Una cosa que me llamó mucho la atención fue la forma de vestir de los estudiantes. Casi todos usaban prendas que tuvieran un distintivo que nombrara la Universidad, el Estado o en su defecto a los Cyclones.
El Campus al igual que la ciudad en general es un lugar muy bonito, verde y limpio, amplio y tranquilo, con edificios bien conservados y bien embanderados con los bastones rojos y blancos bajo el cielo azul lleno de estrellas que no dejan de agitarse al compás de una brisa caliente y asfixiante, de esas que dan sed de una buena Coca cola helada.
El equipo de fútbol americano de la universidad son los Cyclones. Un cardenal musculoso es el símbolo de la universidad y del equipo. El nombre se debe a la cantidad de ciclones y principalmente tornados que soplan por esta zona. Sin ir más lejos, el segundo día de estar acá en Ames, el miércoles, empezó a sonar la alarma que previene a los habitantes de que un tornado se acerca. Ante nuestro desconcierto los dueños de casa nos informaron de que todos los primeros miércoles de cada mes comprueban el buen funcionamiento de las alarmas. En el caso de que un tornado se aproxime, hay dispuesto un sótano para refugiarse. Según la experiencia de los lugareños, el sótano es el único lugar que con suerte puede salvarse de la fuerza destructora de un tornado.
De paseo por el inmenso parque donde está ubicado el campus, recorrimos bajo un calor húmedo, por momentos agobiante, las distintas facultades y los edificios emblemáticos. Por suerte el camino siempre está protegido por árboles frondosos que sirven para paliar el calor.
En el medio del campus hay una torre con un reloj que suena cada 15 minutos. Atrás, está el memorial donde se recuerda a los estudiantes de la universidad que han muerto en las distintas guerras que ha librado EEUU. En las paredes se pueden leer cientos de nombres de fallecidos en la Primera y en la Segunda Guerra Mundial, además se ven las fotos de los dos jóvenes estudiantes muertos recientemente en Irak.
Una cosa que me llamó mucho la atención fue la forma de vestir de los estudiantes. Casi todos usaban prendas que tuvieran un distintivo que nombrara la Universidad, el Estado o en su defecto a los Cyclones.
El Campus al igual que la ciudad en general es un lugar muy bonito, verde y limpio, amplio y tranquilo, con edificios bien conservados y bien embanderados con los bastones rojos y blancos bajo el cielo azul lleno de estrellas que no dejan de agitarse al compás de una brisa caliente y asfixiante, de esas que dan sed de una buena Coca cola helada.
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