martes, 18 de septiembre de 2007

Un bypass a las vacaciones

Como el título lo indica, haremos una intervención quirúrgica en nuestro viaje a EEUU. Se trata de un bypass a las vacaciones con nuestros sobrinos por unos 8 días en los que atravesaremos de este a oeste los Estados Unidos de América. Mañana partimos a New York, New York, tan tan tararan… buenísimo. A la Gran Manzana la intentaremos escarbar como gusanos en los ínfimos dos días y medio que dura nuestra estancia. Sin falta andaremos por Manhattan y por el Central Park, el resto está por verse. Casualmente, dos amigos nuestros de Sevilla están allí estudiando, eso dicen y les creemos, por lo que tenemos asegurada momentos de grata compañía.
Cuando las suelas de los zapatos estén gastadas de caminar entre rascacielos, cruzamos el cielo estadounidense rumbo al lejano oeste, a California. Los Ángeles, la segunda ciudad más grande del país, es nuestro próximo destino. La casualidad y la generosidad han querido que una amiga de los padres de Maria nos aloje en su casa. Fumaremos un poco de smog por dos días. Posteriormente, en Las Vegas, vamos a observar como un montón de californianos despilfarran unos cuantos dólares en la ruleta y entre cartas de blackjack, y los más extravagantes se unen en santo matrimonio Express, haciendo los coros del Elvis Presley de turno. Las Vegas es un oasis moderno de neón en medio del desierto del estado de Nevada. A cuatro horas en auto desde Los Ángeles, no podíamos perdernos tamaño espectáculo naturalmente humano, además, los hoteles son sumamente baratos debido a la competencia, hay más de 100.000 habitaciones.
Y como ya estamos acá, el famoso Gran Cañón del Colorado nos mira con su cara rojiza y profunda, invitándonos a que le echemos un vistazo. Gran parte del camino que separa Las Vegas del Gran Cañón es la famosa y encantadora Ruta 66. Su fama viene porque fue la primera carretera que unió el este con el oeste, desde Chicago a Los Ángeles, ya que antes de los años 40 el oeste no tenía prácticamente contacto con el este. Esto significó un avance importantísimo para la comunicación entre ambas partes, catapultando la Ruta 66 a la fama y a la economía del país, que creció con el incesante ir y venir de camiones y de turistas. Actualmente la Ruta 66 está obsoleta y renovada, pero hay tramos en los que la ruta y los pueblos, que no son cadáveres secos y polvorientos, conservan el estilo y el romanticismo de la época.
Por ahí andaremos, sí. Cinchando con poco equipaje a las espaldas, que no incluye la computadora bendita, que tan asqueado y enamorado me tiene, porque son vacaciones en serio. Pero siempre un lugarcito hay que hacer para cosas tan imprescindibles en estas ocasiones como son la cámara de fotos, la libreta y la lapicera, y fundamental, los ojos, expectantes y ávidos de nuevas aventuras. Aventuras que no las merendaremos solamente nosotros, también ustedes podrán vivirlas gracias al poder del zoom que tiene este katalejo que cierra momentáneamente sus puertas del lado de adentro, del lado de afuera siguen abiertas de par en par esperando recibir las sugerencias, consejos y comentarios para mejorar la calidad de las imágenes que se reciben.
Nos vemos en unos días.




1 comentario:

Valentín dijo...

SE VE, SE SIENTE,
SE OYE DESDE LEJOS,
DONDE ESTAS TIO ALE?,
ACTUALIZA EL KATALEJO!